¿Qué es el bruxismo o rechinamiento de dientes?

¿Qué es el bruxismo o rechinamiento de dientes?

2 de septiembre 2024

¿Te has despertado alguna vez porque te estaban rechinando los dientes? ¿Pasas horas trabajando y en más de una ocasión te has dado cuenta de que estás apretando tanto los dientes que te duelen los músculos mandibulares? ¿Al final del día sufres dolores de cabeza, mandíbulas u oído? Si alguna vez te has encontrado en alguna de estas situaciones, podrías estar sufriendo bruxismo.

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¿Qué es el “rechinamiento de dientes” y en qué consiste?

El bruxismo es el acto involuntario de apretar y/o rechinar los dientes (por eso es popularmente conocido como “rechinamiento de dientes”). Se trata de un trastorno que afecta a las articulaciones temporomandibulares (ATM), es decir, las que unen la mandíbula con el cráneo, a los músculos masticatorios o a ambos. Lo más habitual es bruxar mientras dormimos, pero también es muy común apretar los dientes cuando estamos tensos, concentrados en algo, trabajando o cuando atravesamos periodos de estrés y ansiedad.

¿Cómo se manifiesta?

El bruxismo suele manifestarse con dificultad, molestias o ruidos al mover la mandíbula (sentimos que “cruje” o se queda “encajada” y no podemos abrir la boca del todo). Aunque no siempre, suele causar un dolor difuso en diferentes puntos, pudiendo llegar desde la zona del oído, mejillas, sienes, dientes y mandíbulas hasta el cuello. El bruxismo es considerado una parafunción, ya que “no sirve para nada”, pero en cambio puede producir daños irreversibles en las estructuras dentarias y las superficies articulares. Es causado por una combinación de trastornos, tanto oclusales (cómo mordemos) como psíquicos (ansiedad, estrés…). Uno de los problemas del bruxismo es que muchas de estas alteraciones pasan desapercibidas hasta que el paciente empieza a sentir dolor, pero debe tratarse cuanto antes, pues a medida que se va haciendo crónico va desgastando los dientes, no sólo erosionándolos, sino que puede llegar a desplazarlos, provocar sensibilidad dentaria, provocar fracturas tanto de la corona como de la raíz del diente o producir erosiones cervicales y alteraciones en las ATM.

Aunque probablemente el bruxismo no pueda detenerse ni curarse, el objetivo de los métodos que ofrecemos es reducir el dolor, prevenir el daño dental permanente y disminuir al máximo el rechinamiento.

¿Qué tratamientos existen?

Existen varios tratamientos para el bruxismo, entre ellos está la fisioterapia, terapias conductuales (que intentan orientar al paciente para que afronte la vida de una forma más relajada), el tratamiento con medicamentos (incluyendo relajantes musculares y antidepresivos, si se trata de un problema causado por estrés o ansiedad), el tratamiento con férulas oclusales y el tratamiento con TENS (Transcutaneal Electrical Nerve Stimulation). El TENS es un aparato que aplica corriente eléctrica a través de unos parches. Es un método no-invasivo y muy seguro para reducir el dolor, tanto agudo como crónico. Funciona mediante unos electrodos que se colocan en la zona donde se localiza el dolor, estimulando la actividad muscular de forma pasiva, lo que relaja los músculos correspondientes, que en el caso del bruxismo suelen ser los de las masticación.

Pero sin duda, la solución más extendida y cómoda son las férulas oclusales (también llamadas férulas de descarga). La férula es un aparato fabricado con material acrílico duro, que en la mayoría de casos se coloca en los dientes de la arcada superior. Es extraíble y suele usarse por la noche, aunque también podemos colocárnosla durante el día cuando estamos sometidos a una actividad que nos causa estrés y la consiguiente tensión mandibular. La férula mantendrá la mandíbula en una posición más relajada, evitará el desgaste de los dientes y disminuirá la sobrecarga muscular.

Si crees que puedes estar sufriendo bruxismo ¡no dejes pasar más tiempo: evita dolores y el desgaste de tus dientes!

Equipo de contenidos

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