Pese a lo que muchas personas creen antes de practicarse una restauración con implantes, la colocación de un implante dental es un proceso sencillo y rápido. No sientes ningún dolor ya que se emplea anestesia local y en algunos casos, si lo necesitas, se te puede sedar completamente.
Tras la intervención quirúrgica es normal sentir alguna molestia o inflamación en la zona. Estos efectos deberían remitir en pocos días, en función de la cirugía realizada y del número de implantes colocados. Si pasado el tiempo indicado por el implantólogo, te siguiera molestando la prótesis, es importante que vuelvas a acudir a consulta.
La respuesta varía según el tiempo que lleves con el tratamiento. Acabamos de mencionar las enfermedades periimplantarias que pueden darse en cualquier momento de la persona que lleva prótesis, pero también, durante la primera fase pueden surgir complicaciones si tu implante no se integra correctamente en el maxilar.
Pasado ese periodo, que se prolonga aproximadamente 3 meses, la mayoría de complicaciones están relacionadas con aflojamientos de piezas, padecer infecciones, sobrecargas o fracturas de la prótesis y también derivados de tener hábitos nocivos como el tabaco.
Los aflojamientos de tornillos son una complicación menor, significa que el tornillo que une la corona y el implante ha perdido fuerza y con volver a apretarlo se soluciona. Pero deberás acudir al implantólogo que te lo colocó.
Eso sí, si en cualquier momento sientes alguna molestia o accidentalmente se te rompe la restauración, debes acudir a un implantólogo de manera inmediata para ponerle remedio. Piensa que, en caso de que no lo hagas o la programes tarde, comprometer la integridad del implante y puedes llegar a perderlo.
2024 ® Todos los derechos reservados.
Diseño y Programación: DEL86CV.
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