Para ayudarte, el equipo de Clínica Dental Badanelli ha elaborado esta sencilla guía para el correcto cepillado de los dientes:

1. Para empezar, tienes que invertir un mínimo de cinco minutos en el cuidado de tu boca. Esto incluye el cepillado y la limpieza de los espacios entre los dientes. Utiliza un cepillo de cerdas de nylon suaves, seda dental o cepillos interproximales y un dentífrico con flúor.
2. Limpia las superficies externas de los dientes superiores y después las de los inferiores. Gira el cepillo en un ángulo de 45º contra los dientes y cepillarlos a lo largo de la línea de las encías con movimientos cortos y suaves, siempre deslizando las cerdas desde la encía. Los filamentos deben estar en contacto tanto con la superficie del diente como con la del borde de las encías. Limpia los dientes por partes, en grupos de dos o tres. No presiones excesivamente los dientes, ya que podrías dañar las encías. Asegúrate de que las cerdas llegan a los espacios entre los dientes.
3. Frota las superficies internas de los dientes superiores y, a continuación, las de los dientes inferiores. Hazlo moviendo el cepillo hacia arriba y hacia abajo y frotando con las cerdas del extremo.
4. Limpia las superficies de masticación de cada diente con movimientos cortos y de vaivén, de atrás hacia delante y de delante hacia atrás. Presta especial atención al borde de la encía, los dientes traseros y las zonas de difícil acceso, así como las áreas alrededor de coronas, empastes u otras reparaciones.
5. Recuerda que el cepillo dental sólo limpia las superficies visibles. Tras el cepillado debes hacer uso de la seda dental o los cepillos interproximales para limpiar las zonas interdentarias en donde el celillo no es capaz de introducirse. Será el odontólogo el que te indique qué instrumento es más adecuado para tu boca y cómo usarlo.
6. Cepilla los carrillos y la lengua, desde la parte posterior hacia delante. Así eliminarás las bacterias y refrescar el aliento.
7. Para acabar, enjuágate con agua.