Si tienes miedo al dentista no te agobies, es más habitual de lo que parece y muchas personas sufren el mismo problema que tú. Por fortuna, todas las fobias se controlan. Ponte en manos de profesionales y deja que tu dentista te ayude a superarlo.
Si pedir cita con tu odontólogo te provoca malestar y nerviosismo, si no puedes controlar la sensación de pánico y las emociones negativas se apoderan de ti, ¡debes actuar! No puedes permitir que el miedo se anteponga a la necesidad de preservar tu salud bucodental.
La fobia al dentista te causa muchos problemas asociados, debes tratar de gestionar y reconducir la situación. Cuando el miedo supera a la razón se debe intervenir. Te ayudamos a lograrlo ¡Sigue leyendo!
La odontofobia es una distorsión emocional, un problema de origen psicológico tratable y que se puede corregir con cierta facilidad.
¿Qué es lo que te ha provocado el miedo irracional al dentista? ¿Quizá una experiencia traumática o un tratamiento molesto? Puede que un pánico infundado al instrumental odontológico o un miedo gestado desde la infancia por desconocimiento. En definitiva, independientemente de cuáles son los tabús que sientes hacia el dentista, lo importante es que tomes consciencia de cuál es la realidad y aprendas a regular las emociones.
Si tu miedo se basa en que estás convencido de que sufrirás dolor en la consulta del dentista, debes saber que tienes una idea errónea y que sobre ella trabajaremos tu miedo. Vamos a desmontar las percepciones negativas que tienes sobre los odontólogos y los tratamientos bucodentales.
Puedes estar totalmente tranquilo. La gran mayoría de tratamientos dentales no generan daño o dolor, es más, su principal objetivo es disminuirlo y eliminarlo. De igual manera, el instrumental, las técnicas, la aparatología y las sustancias utilizadas en la actualidad en las consultas dentales son muy poco agresivas.
El método de trabajo adoptado en el centro odontológico y las intervenciones desarrolladas se aplican siempre con delicadeza y mucha profesionalidad, utilizando técnicas de vanguardia muy poco invasivas.
El temor al dentista te condiciona y supone que renuncies a tener una buena salud oral. No mantener un control bucodental regular y adecuado puede acarrear consecuencias negativas y muy graves para tu salud general.
La falta de mantenimiento oral supone tener que enfrentarte a corto o medio plazo a patologías desagradables y problemáticas. La gingivitis o la halitosis, la piorrea o las caries, la pérdida de dientes y los daños estéticos que estropean la sonrisa son algunas de las consecuencias que experimentarás.
Además, el déficit de control odontológico puede generar problemas e infecciones periodontales que afectan de forma directa a las enfermedades y patologías de origen cardiovascular, a la diabetes y suponen un riesgo para el embarazo.
Los tratamientos odontológicos preventivos y de mantenimiento son fáciles y muy efectivos durante las primeras etapas de cualquier problema bucodental. Por ello, es muy importante contar con un diagnóstico temprano de la enfermedad oral y desarrollar el tratamiento adecuado.
Si deseas evitar complicaciones, debes dejar el miedo al dentista a un lado y establecer un calendario de controles periódicos. Garantizar tu salud bucodental es cuidar de tu salud en general.
Lo ideal es trabajar desde edades tempranas, explicando a los niños, a través del juego, los beneficios de mantener una correcta salud bucodental y trasladarles la importancia que tiene la figura del odontólogo en este sentido. De esta forma evitaremos muchos problemas futuros relacionados con el miedo al dentista.
En el caso de personas adultas que ya padecen éste problema, lo ideal es integrar las visitas periódicas a la clínica odontológica como rutinas y hábitos saludables de vida. Te recomendamos seguir algunas pautas muy sencillas con las que superar tu odontofobia:
Realiza revisiones odontológicas de manera periódica. Convierte esos momentos en habituales y te darás cuenta de que no vas al dentista por un problema específico ni por sentir dolor, sino todo lo contrario: gracias al control regular del estado de tu salud bucodental podrás prevenir prácticamente la totalidad de problemas que cursen con daño y dolor.
Antes de acudir a la clínica, entre las 12 y 24 horas previas a la consulta, evita las sustancias excitantes y duerme bien. Llega con el margen de tiempo justo para poder familiarizarte con el entorno y sentir más seguridad. Respirar profundamente y enfocar tus pensamientos en cosas agradables también te ayudará.
Aunque parezca algo de poca importancia, programar tu cita a primera hora de la mañana te ayudará a centrarte y afrontarlo de forma rápida, evitando tenerlo en mente y estar dándole vueltas durante todo el día.
Además, es recomendable que vayas acompañado por un familiar o persona cercana que sepa de tu problema, te de tranquilidad y te ayude a dominar la situación.
La elección del dentista es muy importante para poder sentirte cómodo y más seguro. Decídete por un profesional especializado y con años de experiencia en el sector. Comunícate con confianza y háblale de tus circunstancias y tus miedos, lo tendrá en cuenta y te ayudará a superarlo.
El consejo más adecuado y eficaz para las personas que sufren miedo al dentista es visitar al dentista que más confianza te transmita. ¿Cómo conseguir diferenciar a un profesional de calidad? Busca un odontólogo que te garantice una atención personalizada y unos servicios adaptados a tus necesidades.
A continuación, te explicamos en qué aspectos debes fijarte:
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